martes, 22 de marzo de 2011

UN EQUINO EN EQUINOCCIO

Ayer había que ponerse las pilas, que llevaba ya varios días tristón, así que me apunté a la piscina municipal de Sta Eulalia...

Que estipulen el "Primer Pis" se me antoja una loable medida, que luego el agua se torna de un color sospechoso.

Dicha piscina se encuentra en un complejo deportivo, algo apartado del centro, y al que llego en bici en unos diez minutos.





Piscina climatizada, sin un alma en la mañana.



Me olvido de contar cuántos largos hago, o a qué estilo. Simplemente, procuro relajarme.




Al salir, tomé un atajo que no era, y me topé con esta fina estampa:




Mi primer caballo en Ibiza. Permanecimos estudiándonos durante un ratito. Algo hay en los equinos, sobre todo en un día de equinoccio (sí, sí, precisamente el 21 de marzo), que te deja desarmado, por la serena sencillez de su elegante belleza.




Luego consulté al mar, idiota, el mar, y me contestó que tuviera paciencia, pese a lo lentos que se van sucediendo los acontecimientos en estos lares.




A las 5 de la tarde se me cayó un alumno, pero el siguiente sí compareció:

Telefonillo y silueta de Paz, quien acude desde San Antonio para charlar conmigo en inglés durante dos horas.


¡Salud!

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