jueves, 3 de marzo de 2011

LLUEVE SOBRE MI CORAZÓN


Hoy ha llovido como nunca había visto llover en Ibiza, e incluso ha habido que sacar el abrigo. La humedad es poderosa por aquí. He hecho gestiones en el banco y a la hora de comer he tomado un autobús para Eivissa, pues me hallaba invitado a comer en casa de mi tía. Mi tía vive en la Calle Vara del Rey, que es como decir que vive en la Gran Vía en Madrid.

Mi tía lleva más de veinte años en la isla y hace unas lentejas buenísimas. Esa es la fachada de su hogar:

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 A mi tía siempre le ha gustado leer. Esta es parte de su biblioteca.




(de hecho su hijo se llama Frabizio, en homenaje al protagonista de "La cartuja de Parma" de Stendhal).

(guapa mi tía el dia de su boda, ¿eh?...)





Bien, pues hemos charlado muy agradablemente hasta las seis.

Uno de los principales problemas que existen en una isla como esta es, definitivamente, el del transporte. ¡Afortunado de aquel que posea un vehículo propio!... No solo es muy caro viajar en autobús (el billete entre Santa Eulalia e Eivissa cuesta casi dos euros), sino que quien no conduzca -mío es el caso, por ejemplo-, ya puede resignarse como un bendito, aunque no solamente a tener que esperar una hora como mínimom para la salida de un vehículo, sino a verse expuesto a hacerlo en la calle: apenas existe una infraestructura adecuada; no si tenemos en cuenta que este lugar es tan conocido internacionalmente. Es decir, resulta evidente que los ricos son los ricos y que a los pobres, sean del país que sean, se les asigna un bar como única dársena de salida. Más que Ibiza parece Villaconejos (con todos mis cordiales respetos a la insigne villa de Idemconejos...).






Chocante, sin duda. Me comentaron que en realidad SÍ construyeron un intercambiador, cuyas estructuras... acabaron hundiéndose malamente. Glups!!

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