miércoles, 22 de junio de 2011

OVER THE TOP



Este es el espacio que separa el portal donde ahora vivo de la pizzería donde comencé a trabajar hace unos días, intentado conseguir unos eurillos.






 A pesar de que los italianos al cargo de la empresa sabían que mi experiencia en hostelería era prácticamente nula, el voto de confianza no ha resistido demasiado el paso del tiempo.

Vamos, que he durado dos días.

Y eso no que no tiré ni un solo vaso ("que si necesitamos a estas alturas a alguien que ya sepa hacer y servir cafés; que nos volvemos gruñones pensando en tener que enseñarte; que si hubiera sido en mayo...").

Encima, he precisado perseguirles para que me pagaran.

Sí, eran gruñones. Y me quedo corto.



Bueno, así que ya no tendré que vestir más esta camiseta...



El hecho de visitar la playa no me produce el júbilo de antaño. No tomo el sol. Pero me han salido, como para compensar, más clases. No me mantiene tan ocupado como servir pizzas, pero algo es algo.







Ya en el autobús de camino a comer en casa de mi tía en Eivissa, el conductor comenzó a reírse de la figura que bailaba en la primera rotonda de Santa Eulalia.






Conductor que me contó que la conducta de esa chica no responde a interés alguno, siquiera comercial, excepto el de divertirse todos los días...







(así que si todo falla, ya sé a quien unirme).






Languidece l 15-M en la capital de la isla.







Da la sensación de que se van a ir de acampada, ultimando los últimos bocatas de sobrasada.







Más gracias me hizo esta propuesta particular, porque vivir aquí debe entrañar a veces peligros que, pese a la celebración del Orgullo Gay, no sospechamos ni en Madrid.








Constatar que uno va a la playa y va a la playa. Pero que de repente no va, y de repente redescubre el mar, idiota, el mar...








Rincones insospechados hasta que te metes por un sendero aparentemente improbable.











Algunas villas abandonadas me producen tanta ternura.











El verano ha llegado. Hoy casi me da una insolación paseando, y en lugar de hablarle a un alumno de "What", no le hablaba por poco de "Oui".






¡Disfrutad mucho del buen tiempo!

¡Y feliz noche de San Juan si no nos vemos!

PD - ¡Y Rocío, felicidades por lo de tu proyecto fin de carrera!  ¡Ahora podrás dejar al fin de fumar!...

viernes, 17 de junio de 2011

OH SOLE MÍO!...

Este ha sido mi tercer viaje a Madrid desde que diera en trasladarme a Ibiza en febrero. Han sido ocho días que no olvidaré. Ya desde el primer día.

Retrasaron mi avión, llegó la madrugada, y lo único que alivió mi espera fue la presencia de cierto joven que, sentado justo frente a mí, parecía ensimismado en una pequeña y liviana bola de cristal...








Pero no era su habilidad lo importante, sino el cariño con que la miraba, giraba, atesoraba. La bola parecía su amante.











Adjunto un link que, pese a su mala calidad, permite apreciar lo que este chico hacía exactamente:

http://www.youtube.com/watch?v=7tcZPyrFks0&feature=channel_video_title

(entablaríamos conversación posteriormente; era encantador; me contó que suele ganarse la vida en la isla haciendo esto, amén de otros malabares...).

Pero ahora bien: llevaba demasiados días contemplando parcialmente el 15-M por la televisión, y a riesgo de resultar monótono... (por favor, ténganme paciencia...).








En la televisión y desde una isla -os lo digo yo-, no se puede saborear el hecho de que la faz de Paz Vega haya sido cubierta -¡al fin!-, por carteles libres y espontáneos.








Y en mi ingenuo testimonio, esta micro-ciudad cuenta como algo bastante más organizado y real de lo que había imaginado.






No solo por los objetos, de lo más variopintos, que nadie soñó ver nunca por allí...




Ni siquiera por toda esa gente normal y corriente que se entremezclaba con toda naturalidad con los acampados y sus obras. Viandantes, extranjeros, paisanos, etc.

Ni siquiera por lo vehemencia de sus propuestas...






O la incuestionable emergencia de sus necesidades.

Ya fuera de día...









Ya de noche...









Sino porque se trataba de una convivencia saludable, capaz de incluir a todo aquel que se dejara caer por allí. Fuera a la hora que fuera.










Algunos de quienes leéis estas líneas habéis participado activamente de esta experiencia, según me contásteis. Y solo cabe esperar que, pese a los disturbios de los últimos días, no degenere ni decaiga ese espíritu (del que continuaría siendo testigo en días posteriores).










Algo especial se removía en la ciudad, era evidente. Uno andaba por la calle Ferraz, por ejemplo, y se tropezaba con  otras reivindicaciones (por muy de andar por casa que fueran...).





Pues hasta los niños querían apoyar "NO" a las antenas de su barrio, o algo parecido...




OTRAS ARTES. Abrimos este pequeño inciso cultural para recordar que María Kodama, viuda de Borges, pasó por la Casa de América. Hela aquí charlando amigablemente con el crítico Ignacio Echevarría, en la cafetería de es citado lugar, dispuesta al aire libre.





Aunque a pesar de haber contemplado a la señora Kodama a apenas dos metros de distancia, ahora debía dar la vuelta al edificio y esperar a verla otra vez...

En Ibiza también hay colas, sobre todo para entrar en discotecas multitudinarias. Así que ahora no me importó demasiado tener que hacer esta...





En una sala cerrada se contaron diversas anécdotas acerca de un hombre de cuya opinión acerca del 15-M me sigo preguntando (y aunque no hubiera podido ver lo que estaba pasando tan, tan cerca de allí...).






FERIA DEL LIBRO. Lugar que te depara el reencuentro con antiguos compañeros de batallas...





...Inesperados batalladores...









...Autores cuyo papel estaba en muchos casos evidentemente claro...




O paseos por el Retiro del magno Hans Magnus Enzensberger...



...Cuyo cogote, de 82 de antigüedad, os dedico a todos vosotros...




A la hora de salir de alli la elección parecía obvia...





(pero lo que no resultaba tan obvio era qué demonios estaba haciendo aquella madre con su infante tan cerca del abismo...).






Pues bien: más indignación en Cibeles. Y en forma de corro de la patata.






Se encontraban como aguardando algo. Y nunca había visto nada parecido.






(añadamos que una de las ventajas de que se corten las calles, con indignación o no, es la belleza que estas muestran tan desocupadas...).





Era como si el mundo entero pudiera ser recubierto con consignas...




...Pese a la laxitud de ciertos de dichos indignados...









Y cuando todo parece y ES tan joven...







...Comparecen los jóvenes de verdad.




















¡Y fue una gozada para todos...!






Cada persona podía levantar su voz cuando quisiera...












...Ante la atenta mirada de personas que parecen haber olvidado su infancia...




...Y cuando realmente ya no parecía importar el tamaño de nadie....






O su concreto trato de la infancia....







...Asistí al último día de comparecencia en Sol -nunca mejor dicho, porque el Lorenzo pegaba que daba gusto-, y en el que los diferentes departamentos se andaban despidiendo oficialmente, uno a uno.

 






Si bien debo confesar que junto a semejantes expresiones de gozo, ¿cómo no disfrutarlo el doble?...





(por cierto, Jana, manifestarte que te asemejabas a un ave muy elegante y distinguida...).






Algunas intervenciones harían reflexionar a algunos...






 
Y a otros refrescar a la concurrencia, exactamente como si todos fuéramos el mismo...

 



Tras la clausura oficial, se organizaron asambleas barriales...




Y algunos individuos, antes de abandonar la zona, limpiaban incluso las farolas, algo que jamás había visto en mi vida.







Por no hablar de la labor de limpieza general, por parte de aislados particulares...



O de construción de estructuras con afán de perdurar.















Pero no todo era felicidad ni urbanismo ni compañerismo, como se puede comprobar:

http://www.youtube.com/watch?v=b7Y8kI_yS9w

Y cuando menos lo esperábamos, apareció ÉL:

http://www.youtube.com/watch?v=KrWemLAwgpc



Ya en cuanto a lo más aparentemente aburrido: Madrid me dió muchas cosas y me quitó otras, pero solo allí puedo ver una exposición de pintura en un palacio real.













En cuyo pavimento puede vislumbrarse un mar de almohadillas...




Y un cielo así, tan chulo madrileño.





Por último, constatar que solo ciertas personas pueden hacerte sentir como un niño.







(esto pertenece a una colonia de casas localizada en Chamartín, donde quise volver a pasar antes de irme).




Lugar anclado en el tiempo, claro. En el tiempo claro.




Y cuyas moradas abandonadas transmiten una sensación muy particular.







Tenéis que visitar esas colonias. En la compañía adecuada, suponen uno de los placeres de esta vida.












Tranquilos, ya queda menos...











DEFINITIVAMENTE, ¡NO HAY NADA COMO ESTA CIUDAD!








Ay, chicos y chicas... (Suspiro).

(Piiiiiiichi...).