domingo, 28 de agosto de 2011

CUADROS PARA UNA EXPOSICIÓN AL SOL

CUADRO I






Cala Comte, pese a lo que pueda parecer, no recibe su nombre del célebre filósofo positivista Auguste Comte.


 




Pero, siendo más positivos que positivistas, decir que su gran belleza justifica semejante aglomeración de veraneantes.






Rápido, mejor huir de allí: el agua es muy turquesa y todo eso, pero apenas cabe un alfiler.

Por lo que Javier y Rocío y yo recabamos en Cala Molí, al oeste (se trataba de evitar las calas colindantes a la populosa y populachera San Antonio; y aún así no podíamos creer tanta tranquilidad).







Cala Molí encarna ese sosiego inesperado e irresistible (Carbó, Benirrás), que desmiente la fama de jaleo constante de esta isla.

No es cierto: existen lugares asombrosamente sosegados.









Antes de que cayera el sol, sin embargo, fue divertido tratar de recogerlo aún más al suroeste...







No importa cuántas veces o la manera en que uno contemple Cala D´Hort: te enamora siempre.














 










Nota: el sol no cae exactamente aquí, sino más al norte. Estáis avisados.







                                                                          
                                                                            CUADRO II








Aguas Blancas (noreste, pasado San Carlos).

Aunque exija algo más de esfuerzo, y la propia playa no salga a recibirnos al paso, este lugar es sencillamente imprescindible.








Aguas Blancas, limítrofe a Es Figueral, si bien todavía más bella.







Sus aguas, en efecto, son blancas. Y sus cientos de sombrillas, multicolores.











Pero alejándose a lo largo de su costa, los espacios resultan cada vez menos concurridos.





Un auténtico Sorolla ibicenco.


Una de sus principales atracciones es el barro, extraído de las paredes de roca.












O sus croquetas humanas.

Quizá algún día os sirva toda esta información.

Yo ahora me voy a comer algo, que no he desayunado aún. ¡Salud!



1 comentario:

  1. El niño en la playa de Sorrolla y casi, casi, las Tres Gracias de Rubens encroquetadas... Pensándolo bien, parece que una se ha metamorfoseado en gracio...

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