Dedicado a quienes se hallen interesados por emplazamientos atractivos, asombrosos y nuevos en esta isla de mis entretelas como es Ibiza.
Un lugar muy especial, de acceso algo complicado aunque asequible, y una de las sorpresas más agradables para este que suscribe, y desde que vino por vez primera, a sus trece años.
Si tomáis aquel desvío anterior a Cala D´Hort (tan visitada), que dice "Sa Pedrera", descubriréis un camino de tierra, primero, y un descenso obligatoriamente a pie y a través de piedra y de bosque.
Y después y finalmente, de duna...
El descenso es algo escarpado, y demoraréis unos 25 minutos en alcanzar el mar. Paciencia.
Al parecer no suele abundar allí tanta gente (pero hay quien acampa alrededor por las noches).
Al principio no se distingue bien su fisonomía, pero...
Pero luego comienzas a comprender.
Y es maravilloso.
Estamos hablando de una cantera que conecta directamente con el mar, y utilizada en tiempos de los romanos (con el fin de construir, por ejemplo, la muralla de Dalt Vila, en la propia Eivissa).
Nunca dejaréis de hallar terreno juguetón, pero llevad buen calzado, y ya está.
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¿Not bad, eh? |
El agua es cristalina y si no habéis olvidado las gafas de bucear, disfrutaréis de unos fondos harto generosos en bancos de peces.
Pero esa piedra arenisca es la que te rodea y cautiva. Todo el mundo parece haber dejado su huella por allí alguna vez
(por no hablar de los sillares, tan antiguos, en los que aún se distingue a la perfección la antigua presencia de cada baldosa).
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(?!) |
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Los romanos llenaban sus barcos de material, ya tallado, y se dirigían más tarde a destino.
Y para quien desee pernoctar por allí, nada mejor que contar con la tutela del mismísimo (e ibicenquísimo, en ocasiones hasta el hartazgo) Buda.
La subida, trabajosa, nubla un poco la vista.
Pero solo Eugenio, el afable fabricante de mojitos (tres a cambio de diez euros; ¡sale económico!), es capaz de bajar y subir día tras día. No hace negocio, dice, solo que simplemente se le antoja el mejor lugar de toda la isla.
Eugenio no es tonto, pues sabe que a unos diez minutos de Sa Pedrera se encuentra el mejor atardecer de todos (justo frente a Es Vedrá, pero en lugar muy elevado).
De hecho, al borde de todo un señor precipicio.
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(Ciao, Bianca) |
Algunos desaprensivos sonrientes desafían ese abismo...
...mientras aguardan a que Eugenio les prepare otro "golpe".
Cerca de aquí vivió Mike Oldfield, y en los años setenta muchos vivían convencidos de que sus excelentes vibraciones congregaban... ovnis.
Y he oído que Alejandro Amenábar, una noche, contempló dicho cielo y deseó rodar "Ágora".
Es Vedrá. Mi enclave predilecto.
Venid a verlo algún día.
¡SALUD!
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgASy55JuFkeYQSIrHC5whJ4j5INtXatJzLoM0wJRyv6DJirt7HU5o5clwmniJsulFdaYHs8CyA4g4CX8xpgAywNCqVCayPtg1f08FG1mNBrm9ie_6oLlSneB1rPrjxiroTWhocQisxRN8O/s640/371.jpg)
¡¡¡Precioso!!! Dile a Eugenio que lo mejor para conservar esos refrescantes mojitos son unos buenos botijos de barro blanco.
ResponderEliminarAlgunos llaman "Atlantis" a la playa de la cantera.
ResponderEliminarY, desde arriba y frente a Es Vedrá, algunos dicen poder divisar la Península Ibérica al fondo.
Es maravilloso, me lo quedo agendado para mi proxima visita a la isla.
ResponderEliminargracias!