El incendio continúa. Excepto a los afectados en la zona, al noroeste de la isla, el resto proseguimos con nuestra vida absolutamente normal. Pero hoy ha hecho bochorno, y un viento racheado, lo que ha dificultado grandemente las labores de todos esos hidroaviones que llevan literalmente un dia y medio sin poder parar. Amerizando en el agua -casi siempre, la que hay enfrente de mi casa-, y despegando de nuevo para retornar al monte. Así a un ritmo de seis hidroaviones cada cinco o diez minutos.
Ignoro hasta qué punto conseguiréis ver los videos que os pueda adjuntar, porque a veces se atascan, o qué sé yo, aunque he aquí un intento de transmitir la sensación de estar en casa y no poder concentrarse en nada, dada la afluencia y regularidad de esos vuelos que incesantemente nos sobrevuelan, con un ruido ensordecedor...
Porque, tragedias aparte, he descubierto cuánto me gustan dichos hidroaviones. Hoy no puedo registrar otra cosa que hidroaviones.
¡Vivan los hidroaviones...!
Su presencia se hizo notar desde muy temprano en el día, y hasta poco antes del anochecer. Conformando una rutina estruendosa (de noche resulta imposible, al parecer, sobrevolar un incendio, cualquier incendio, y han de esperar la llegada de un nuevo día para empezar de nuevo).
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Vecinos y viandantes se apostan en el paseo con sus cámaras, aguardando la siguiente marea...
Tenía que ir a comer a Eivissa con mi tía, pero antes me divirtió la idea de seguir la trayectoria de estos cacharros, puesto que hoy no todos amerizaban exactamente en Santa Eulalia.
Almacenan muchísima agua, e inician una trayectoria abierta y en curva, que les devuelve a la zona del siniestro, para retornar en cuanto pueden.
Confieso que me hipnotiza su puntualidad, uno podría calcular el paso del tiempo simplemente gracias a su presencia. Si bien tantísmo trajín sea muy mala señal: el incendio avanza y avanza, imparable, y hay descanso para los pilotos.
El lugar de su amerizaje coincidía de pleno con una de las cadenas de hoteles más abarrotadas de la zona, y en un cabo concreto di en rodearme de británicos desenfadados y expectantes, como yo, ante el acontecimiento...
...Y uno de los aparatos apuró tanto su maniobra... que por un instante nos dió la sensación de que podríamos tocarlo.
¡¡GRITAMOS!!
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"Gooooodness Gracious!!!!!!...... LOOK AT THAT!!!..." |
Ya en el autobús, vislumbré en lontananza el monte de Morna, y parecía quel humo arreciaba con algo menos de intensidad, aunque ojalá hayan conseguido controlarlo (no ya dominarlo a estas alturas, que parece que no...).
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De pensar que una sola brasa, por accidental o premeditada que sea, puede causar semejante desastre, le entra a uno un estupor extraño.
Chicos, no hagáis fuego en el monte ba-jo nin-gún con-cep-to.
Y ahora os dejo con una serie de vídeos que espero os funcionen en vuestro ordenador, a ver si hay suerte. A mí me encantan. Descansad, que es viernes. Besitos. Ciao!!!
Juan Luis, menudo documento periodístico tan bueno. He vivido el incendio y sus medidos de extinción de primera mano.
ResponderEliminarNo sé porqué te has ido a Ibiza pero sea por la razón que sea, me parece una muy buena idea.
Un abrazo, Juan
Aquaplane en la Pérfida Albión.
ResponderEliminarHydroplane en IU-ES-EI.